Ansiedad infantil: a qué se debe y cómo solucionarla

La ansiedad es una emoción básica que surge como defensa ante la percepción de un peligro o amenaza que tenemos todos los seres humanos. Siempre que esa percepción se corresponda con un peligro real y se mantenga en niveles normales, hay que considerarlo como algo sano, ya que es un mecanismo de protección.

Sin embargo, cuando un niño presenta un cuadro de ansiedad elevada y mantenida en el tiempo, es señal de alarma. Los niños son especialmente vulnerables a este problema, ya que no disponen aún de los conocimientos y herramientas que les permitan controlar adecuadamente sus impulsos y emociones.

Según van creciendo, los niños van afrontando distintos miedos y aprendiendo a controlarlos. El problema puede darse cuando no aprenden a gestionar y a canalizar esta ansiedad adecuadamente, momento en el que habrá que ayudarles.

La ansiedad infantil se trata de una problemática bastante común entre los niños y los adolescentes, a la que es posible encontrar solución. Si quieres saber a qué se debe y cómo ayudar a tu hijo a afrontarla, sigue leyendo.

¿A qué se debe la ansiedad infantil?

En el caso de los niños la ansiedad puede aparecer ante situaciones que perciben como amenazadoras tales como el cambio de colegio, la perdida de algún miembro de la familia o la separación de los padres, son ejemplos comunes.

Existen otras muchas situaciones comunes que pueden dar lugar a la aparición de la ansiedad, y aumento de estrés como, por ejemplo:

• Cambio de curso o de clase.
• Cambio de ciudad o de domicilio.
• Aumento de los deberes del colegio.
• Separación o pérdida de un amigo.
• Enfermedad, ya sea propia o de un familiar.
• Vivencias traumáticas.
• Estilo educativo en el colegio o en el hogar.

Tipos de ansiedad infantil

Cuando hablamos de ansiedad infantil, es importante comprender su dimensión. Al tratarse de un proceso normal y no grave, lo primero es no alarmarse. Por lo general, bastará con ayudar al niño a reconocer y controlar su ansiedad.

Cuando hablamos ya de trastornos de ansiedad propiamente dichos, los niños puedan padecer los mismos problemas relacionados con la ansiedad que los adultos. Estos trastornos son los siguientes:

Trastorno de ansiedad por separación

Se da ante el miedo que muestra el niño a la hora de separarse de sus padres. Este miedo suele consistir en que pueda sucederles algo malo, o a sentirse solo y desprotegido.

Trastorno de estrés y estrés postraumático

Se da cuando el niño ha vivido algún suceso que le ha impactado, ocasionándole un fuerte estrés. Debido a esta mala experiencia, el menor lo revive de manera constante provocándole ansiedad.

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

Consiste en una preocupación extrema y constante sobre cualquier aspecto de la vida del niño. Suele tratarse de niños hiper-responsables y excesivamente preocupados.

Trastorno obsesivo compulsivo

Al igual que los adultos, muchos niños presentan también obsesiones. En el caso de los menores, estas están relacionadas con que algo puede ser malo, peligroso o incorrecto.

Trastorno de pánico

Los niños que lo padecen sufren ataques intensos de pánico. Estos ataques suelen aparecer repentinamente, y puede durar desde unos minutos a varias horas.

Fobias y miedos

Son muy comunes en los niños, y suelen darse ante distintos estímulos. Algunos de los miedos más comunes son a objetos, a la oscuridad, a la soledad, a animales, o a situaciones concretas.

¿Cómo se trata la ansiedad en los niños?

Si detectas que tu hijo tiene ansiedad, no debes alarmarte y ante todo debes aprender cómo actuar. No se trata de una problemática compleja y, por lo general, suele tener un pronóstico favorable.

El primer paso consiste en normalizar la situación y en ayudar al niño a cambiar sus creencias. Hablar abiertamente con él, comprender qué le preocupa y enseñarle a mostrar sus sentimientos.

Se trata de que el niño no se sienta mal por sentir preocupaciones, que comprenda sus emociones y que empiece a aprender cómo tomar control sobre las mismas. Aquí es fundamental la labor de los padres, que han de servir de ayuda y actuar como modelos de conducta.

En la mayoría de los casos dedicando tiempo y atención al niño, el problema se soluciona. Solo en pocas ocasiones encontraremos cuadros ansiosos severos de mayor complejidad. En estos casos más graves, lo mejor es acudir a psicólogo especialista en terapia infantil.

En Psicología y Bienestar crearemos un tratamiento adaptado y personalizado a los problemas de ansiedad de tu hijo, no dudes en confiar en nosotros.